Crónica Gasteiz Calling 2018

Por Robbie Ramone
15/11/2018
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Cuarta edición del Gasteiz Calling que, como años anteriores, apuesta por lo mejor no solo del punk rock y el hardcore sino también de la música Oi!, el panorama vasco (actual y pasado) o  bandas clásicas que llevan desde el surgimiento del movimiento punk. Y una vez más han dado en el clavo en la composición del cartel, por eso mismo, enhorabuena por el buen trabajo.

Después de no poder asistir a la edición del año pasado, pero con las dos primeras todavía en la cabeza, tenía ganas acumuladas de volver al Iradier Arena de Vitoria para poder ver, oír y sentir durante más de 12 horas a las bandas que desfilarían por su escenario durante las dos jornadas del festival ¡Vamos a ello!

Viernes:

El largo viaje en bus que me llevaba desde Cáceres tuvo la culpa de perderme a Ratzinger y XXL (ambas bandas bilbaínas). Los primeros con su rocknroll bastardo y los segundos que volvían tras veinte años de parón con su estilo skater punk característico. Por lo que escuché al llegar al recinto, ambos grupos arrollaron con su buen directo y eso que no es tarea fácil al ser los primeros en abrir un festival.

Pero parecía que la gente este año no quería perderse ni un solo concierto pues ya se veía un buen ambiente en cuanto a aforo con la siguiente banda, Not On Tour. Los de Israel (de las pocas bandas con una chica entre sus filas, en este caso su vocalista Sami Brami) nos visitaban con su punk rock melódico junto impecables coros. Sonaron temas de todas sus referencias como «Flip», «I Wanna be Like You», «Gut Feeling»…  

Era el turno de Nations On Fire. Esperada vuelta la de estos belgas hardcoretas antifascistas y su carismático cantante, que incluso tuvo unas palabras de agradecimiento hacia Fermín Muguruza, de Kortatu y Negu Gorriak, por todo su compromiso hacia la causa. Pudimos ver al grandote frontman durante las demás actuaciones entre el público e incluso haciendo Stage Diving. A eso se le llama actitud. Fue la primera vez que pudimos disfrutarles en el Estado y esperamos que no sea la última.

Colin y sus GBH fueron el perfecto sustituto a The Exploited al enterarnos que éstos cancelaban toda su gira debido a la indisponibilidad de Wattie por problemas de salud. Ya sabiendo que está mejor, nos alegramos que los de Birmingham sustituyeran a los escoceses porque se marcaron un conciertazo, como siempre. Aunque echamos en falta a su bajista Ross Lomas, supongo que su ausencia en el escenario sería momentánea. Hardcore Punk de la vieja escuela con un repertorio infalible: «Give Me Fire», «Sick Boy», «Maniac»  y para terminar con sus clásicas «City Baby Attacked By Rats» y su continuación «City Baby’s Revenge».

Tiempo para que salieran Dag Nasty al escenario con la formación original y eso suponía que estaría Shane Brown al micro (esta formación solo estuvo durante su primera grabación). Ilusión volver a ver a Brian Baker a las 6 cuerdas tocando riffs de esta banda y no de Bad Religion (que ya lo pudimos gozar en la primera edición de este festival). Fueron pasando temas como «All Ages Down», «Under Your Influence», «Never Go Back» e incluso tuvieron tiempo de tocar «I Don’t Wanna Hear It» una versión de Minor Threat, donde también tocó la guitarra Mr. Baker. Aunque el sonido no les acompaño durante toda su actuación, no podemos dudar que disfrutamos de una ocasión irrepetible de poder presenciarles.

Estábamos preparados… hora de Cockney Rejects, aunque no fueran cabezas de cartel, el Iradier Arena estaba hasta arriba, gradas inclusive, como si un partido de fútbol se tratara y los británicos iban a poner la banda sonora. Capitaneados por Jeff Turner y sus característicos movimientos de boxeador (fue amateur y aún sigue practicando este deporte) convirtieron el escenario en un cuadrilátero y nos deleitaron con sus clásicos himnos Oi!: «East End», «I’m Forever Blowing Bubbles», «War on The Terraces» y su archiconocida «Oi, Oi, Oi» y el público respondía con coros y bengalas al más puro estilo hooligan, grandioso.

Refused fueron los siguientes en saltar al escenario, literalmente hablando ya que su elegante vocalista Dennis Lyxzen no paraba de dar brincos entre sus compañeros de batalla. Tercera vez que les veía y puedo decir que estos suecos nunca defraudan. Comenzaron con «Servants of Death», y siguieron su set con pildorazos como «Dawkins Christ», «Summer Holidays Vs. Punkroutine», «Rather By Dead» y por supuesto no se podían olvidar de su aclamada «New Noise», demostrando que siguen en plena forma.

Estábamos en su casa, y se notaba, un telón enorme con las dos grandes iniciales de S.A. colgaba de las grandes estructuras del escenario. Salen a escena Juan, Jimmy, Pirulo, Iñigo y Alfred, Soziedad Alkoholika is in da house, un setlist bien escogido para que los que estábamos allí nos dejáramos la voz en cada palabra que salía de sus bocas. Tocaron «Ratas», «Piedra Contra Tijera», «Pauso Bat», «SHAKTALE» o «Nos Vimos en Berlin», siempre bien recibidos sus temas de mala hostia y basados en la actualidad que nos rodea. Muy buen sonido acompañado de una perfecta iluminación y paredes de humo.

Llegada del cabeza de cartel de la jornada, Suicidal Tendencies. Pocas puestas en escena he visto como la de estos pioneros del Crossover-Trash, sin parar de correr y saltar por el escenario, con Mike Muir a la cabeza visible y con Dave Lombardo a las baquetas, gran directo y entrega física la de los californianos. Por poner una pega, la excesiva prolongación de algunos temas animando al publicar a corear, también hay que entender que ya no son unos chavales y ese ritmo no lo aguanta cualquiera. Se lo pasaron tan bien como todo el público que abarrotaba a esta hora el Iradier Arena cantando todos sus temas: «You Can’t Bring Me Down», «Subliminal», «Instituionalized» o «War Inside My Head». Y como punto final, al cierre del concierto tuvo lugar una invasión del escenario por parte del público, poniendo la guinda a la velada del viernes.

Los valientes seguirían la fiesta con las sesiones de dj’s que tenía preparada la sala Jimmy Jazz y por mi parte a descansar que el sábado pintaba más que bien.

 

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